martes, 28 de junio de 2016

LLUVIAS DE BARRO


LLUVIAS DE BARRO O “LLUVIAS DE SANGRE”

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha anunciado que en zonas de la mitad sur peninsular las precipitaciones podrían ir acompañadas de barro, lo que se conoce como lluvias de sangre.
Este fenómeno meteorológico se debe a la mezcla del agua con el polvo en suspensión llegado de África.



 
El hecho de que a este fenómeno se le conozca como lluvia de sangre o de barro hace referencia a la presencia de otro factor más en la atmósfera (no siempre visible): el polvo en suspensión o polvo del desierto. No debemos olvidar que tenemos el Sáhara muy cerca de la Península y la mayor parte de las masas de aire cálido que disparan las temperaturas en verano proceden de esa latitud. Los vientos que las impulsan nos visitan acompañados de polvo del desierto. Este es un fenómeno bastante frecuente en las Islas Canarias con las famosas calimas que generan un ambiente bochornoso y asfixiante, además de escasa visibilidad. Por lo tanto, cuando descargan las tormentas, como las que tienen lugar estos primeros días del verano, la lluvia cae acompañada de barro. Se puede apreciar en las aceras de las calles, en las carrocerías de los vehículos y en las hojas de los árboles. Todo se cubre de una fina capa de barro que no es más que el polvo sahariano.



En ocasiones, se utiliza el término de lluvia de sangre por el tono rojizo tan característico de la arena del desierto y por la capa de polvo que deja cuando cesa la tormenta. A veces, la lluvia no es muy intensa, como sucedió la noche del lunes pasado, pero se aprecia más el barro que la escasa precipitación.
España no es el único país donde se observa este fenómeno, las masas de aire cálido del Sáhara ascienden a latitudes más septentrionales durante el verano y son capaces de regar con lluvias de sangre buena parte de Francia y Reino Unido tras un viaje de más de 3.000 kilómetros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario